El ministro habla de las estrategias para promover la horticultura, del polémico proyecto de Ley de Agroquímicos que está en la Legislatura y realiza un balance de sus 9 meses de gestión.
LA PLATA (Corresponsal).- En los próximos días el gobierno provincial presentará la “Estrategia Hortalizas 2020”, una iniciativa para que cerca de 60 mil agricultores familiares bonaerenses se registren, se asocien y puedan obtener financiamiento a través del Banco Provincia. El proyecto del ministro de Agroindustria bonaerense Leonardo Sarquís apunta a que en los próximos 6 años los productores puedan exportar por aproximadamente 300 millones de dólares, además de aumentar el consumo de hortalizas ente la población local.
“Mar del Plata es una zona excelente para la horticultura, pero tiene el problema de la famosa cautelar de los agroquímicos”, dice Sarquís a LA CAPITAL, en referencia a la medida de la Suprema Corte provincial que en septiembre de 2014 suspendió 5 artículos de la ordenanza municipal 21.296 de General Pueyrredon que, entre otras cuestiones, reducía de 1.000 a 100 metros la distancia mínima permitida entre la planta urbana y la zona en la que se pueden utilizar productos agroquímicos.
– ¿Están trabajando en horticultura en la región de la costa?
– Mar del Plata es una zona excelente para la horticultura, pero tiene el problema de la famosa cautelar de los agroquímicos. Los ecologistas te traban, muchos no se animan a invertir más por esa cautelar. En Mar del Plata inauguramos hace un mes y medio un clúster (grupo de empresas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector industrial) de 400 mil pesos y tenemos ganas de seguir inaugurando clúster, pero está esa cautelar… La zona de Mar del Plata es casi tan importante como la de La Plata para la horticultura y tiene las condiciones climatológicas para hacerlo.
– ¿En qué consiste la “Estrategia Hortalizas 2020” que se está por poner en marcha?
– Queremos mostrar -primero- a la hortaliza como algo diferente, para que no sea siempre algo marginal, donde trabaja gente que está ?floja de papeles?. En la Provincia tenemos más de 63 mil agricultores familiares y sólo 6 mil están anotados en el Registro Nacional de Agricultura Familiar. A través del programa vamos a buscar que los productores se asocien, que puedan tener financiamiento a través de Provincia Microempresas o del Banco Provincia; vamos a darles las herramientas necesarias para que puedan legalizar su situación y ayudarlos a comercializar mejor. Si la provincia de Buenos Aires sigue los 10 lineamientos que vamos a presentar, en 6 años podrá exportar 200 ó 300 millones de dólares en hortalizas al mundo. También vamos a tener que hacer promoción del consumo local: la OMS dice que los argentinos consumimos menos de 140 gramos por día de hortalizas y frutas, cuando deberíamos consumir, como mínimo, 380 gramos.
– En la Legislatura hay un proyecto de Ley de Agroquímicos que tuvo media sanción del Senado y que está siendo muy cuestionado por organizaciones sociales y educativas, ¿pudo ver el proyecto? ¿Qué le parece?
– Es un proyecto que tiene algunos aciertos y otras cosas que hay que modificar, así que lo lógico sería que tuviera sus cambios.
– ¿Lo impulsa el Ministerio?
– No. Como Ministerio de Agroindustria somos organismo de consulta, pero nosotros no impulsamos ningún proyecto. A ese proyecto lo vimos y le hicimos correcciones pero no vamos a fomentar ni criticar ningún proyecto, lo lógico sería que saliera por consenso general. Sí es cierto que la Provincia necesita una nueva Ley de Agroquímicos: no puede ser que existan 135 municipios y casi 70 normativas municipales distintas. Si seguimos así, va a haber 135. Y esto no es una crítica a los intendentes, ellos hacen lo que tienen que hacer, pero debería haber una Ley lo suficientemente marco como para que los municipios puedan trabajar. Si vemos que prospera una Ley que puede perjudicar a la Provincia, somos los primeros que la vamos a vetar.
– ¿Cuáles serían los aciertos y cuáles los desaciertos del proyecto?
– Son cosas que tienen que ver con el tema de las cercanías y las distancias? Igual desde otros sectores a veces se habla también sin saber sobre toxicidad. Acá no hay que criticar al producto tóxico, o decir que un agroquímico es malo; lo más importante es que el agroquímico sirve para algo, si no, no existiría. Lo que hay que hacer es un buen uso del agroquímico. Para eso existen lo que se llama ?buenas prácticas agrícolas? y eso es lo que fomentamos como Ministerio a través de convenios con el Inta, con Apresid, con Aacrea, y siempre pensando en que hay que hablar del medio ambiente, de la sustentabilidad y del cambio climático. Si no, se terminan diciendo pavadas como que el alcohol en gel o el champú para niños son más tóxicos que un agroquímico de baja toxicidad.
– ¿Cuál es el sector que peor la está pasando?
– Hoy claramente es el sector tambero o lechero, que viene de una coyuntura compleja desde hace más de 18 meses, con una crisis internacional, nacional y provincial. Nosotros actuamos mucho, reactivamos la mesa lechera provincial y trabajamos en conjunto con toda la cadena: participamos de los incentivos del Banco Nación y del Ministerio de Agroindustria nacional, nos plegamos otorgando casi 22 millones de pesos a los productores bonaerenses entre abril y junio y sacamos una línea de crédito del Banco Provincia de Emergencia Tambera o Lechera. De ese crédito de 200 millones de pesos con tasa variable y un año de gracia los productores pueden tomar individualmente 1 millón y medio. Y en menos de 3 meses, ya tenemos casi 80 millones de pesos en el circuito.
– ¿Cómo está hoy el sector ganadero?
– Se está recuperando, es un sector en el que hay muchas posibilidades de inversión. El 35% del rodeo argentino está en la provincia de Buenos Aires, que ha llegado a tener el 48%. Ahora nos estamos recuperando y creo que en 3 años podemos llegar al 42%. En ganadería no sólo hablamos de ganado vacuno, para nosotros el resto de las carnes no son alternativas sino segmentos que vamos a hacer crecer: hablo del sector avícola, porcino y ovino. En Buenos Aires hay 1 millón 500 mil cabezas de ovinos registradas y otro tanto sin registrar; siempre hablamos de ovino por la lana y tenemos que hablar también por la carne.